17 de febrero de 2013

Mama, la próxima gripe la pasamos juntos.


Me encuentro, en la parte final de un proceso virico causado por un tipo de virus de ARN de la familia de los Orthomyxoviridae, vulgarmente llamada gripe. Aunque la que he pasado yo estos días es de las de calidad, pedazo virus de Champions.

Por motivos laborales, empezaron los síntomas a surgir, en todo su esplendor, en casa de mi madre, y visto desde la distancia temporal, fue una gran suerte. Ya no me acordaba yo de lo que es sentirte mimado hasta estos extremos.

Para qué os hagáis una idea del nivelón del bicho, he llegado a sufrir alucinaciones, y si sumamos, que mi madre tiene las habitaciones preparadas, para que le dejemos a dormir a sus nietos, no os quiero explicar las miradas que me lanzaba el osito de peluche por la noche. Se la tengo jurada, ya me las pagara el muy cabron.

Pero este post es para poder agradecer lo que una madre puede llegar a cuidar a sus hijos.

Ejemplos:
Cocina abierta las 24 horas, seguimiento de las constantes vitales, zumos de naranja a tutiplén, comprar medicamentos en farmacias 24horas, pijama limpio cada día, cambio de ropa de cama cada día, después de la obligada ducha diaria (que si, que da una palo de la hostia, pero que bien te sienta salir duchado y estiraste en la cama acabada de hacer).

Es verdad que también tiene sus puntos negativos, el fumar el primer cigarro, cuando empiezas ha mejorar, escondido por algún rincón. El no poder cambiar de la cama al sofá (y mira que apetece cambiar de cama después de 30 horas en el mismo sitio), por que a mi padre le gusta LA TELEVISIÓN A TODA HOSTIA. Nota mental: regalar un control auditivo a mi padre.

Pero los puntos negativos son mínimos comparados con los positivos.

Así qué Mama meva, la próxima gripe la pasamos juntos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario